viernes, 10 de junio de 2011

Epic Hair Drama

Esta semana como colmo de estilista me pasó algo fatal; tenía 5 años sin pisar un salón que no fuera el mío porque yo sola me corto el cabello y lo hago re-bien (la verdad), pero esta vez como ya estaba muy largo no alcanzaba bien a cortarme las capas largas de la parte de atrás entonces dije ah iré con alguien expertísimo a que le dé forma... ¡¡¡GRAVE ERROR!!! Lo primero que le dije fue no quiero perder NADA del largo, solo dale forma; yo sabía que tenía puntas resecas porque nunca lo dejo en paz y lo acababa de decolorar y así, pero especifiqué dejame las puntas como están no importa (cabe mencionar que en mi vida había tenido el cabello así de largo y estaba feliz y orgullosa de el). Para no hacerles el cuento mas largo me cortó muchiiiiiiiisimo pero muchiiiiiiisimo más de 12 cm y cuando me enseño la parte de atrás con el maldito espejito sentí que me daba un infarto y para acabarla me dijo ay mira si quedó larguito todavía.

Total que obvio me quejé y le dije que se había pasado con el corte y ¿que creen que me contesto? Me dijo (además molesta) : no pensé que por un simple corte te fueras a poner así, ni pensé que tu cabello fuera tan importante para ti. ¿WHAAAAAAAAT? Uffff me hirvió la sangre, y ahí fue donde me dí cuenta de la diferencia de perspectiva, para mi ninguno pero ninguno es un "simple corte" y yo claro que considero que cada cliente que entra a mi salón piensa que su cabello es muy importante, ¿si no para qué sería estilista? Yo disfruto cuando veo que mis clientes se van satisfechos y contentos con el trabajo que hice, me interesa respetar lo que quieren; precisamente por eso es que voy a Barcelona casi 3 meses a darme un mega update para estar a la última en técnicas, tendencias y demás. Y ahí encontré la diferencia entre alguien a quien le apasiona lo que hace y busca hacerlo lo mejor posible y un corta pelos que le vale 3 pepinos y además cobra como si le importara. ¡Pésimo!

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